
En 1791 Goya manifiesta su deseo de no proseguir pintando los cartones para tapices. Quiere ser libre.
Tras el fallecimiento del Duque de Alba, se traslada a Sanlúcar de Barrameda, hacia 1796. Allí comienza a dibujar lo que serán los "caprichos".
Las primeras 35 estampas se refieren al amor y la prostitución, pero también a temas muy variados: el coco, la educación de los noble
s, la glotonería frailina, la avaricia...
Del capricho nº 36 al nº 42 son caprichos de burros; y aquí aparece el ejercicio para la próxima sesión:
se trata de narrar, en un máximo de 10 líneas, una crónica de estilo periodístico sobre lo que parece ocurrir en la escena. Tengamos en cuenta que Goya hace una crítica a la ignorancia de muchos oficios.
"¿ De qué mal morirá?"
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