miércoles, 23 de febrero de 2011

TALLER DIA 23 DE FEBRERO.

En la sesión del día 23, comentamos el entrañable cuento de Isaac B. Singer: "Ole y Trufa".
Leímos las cartas que los asistentes enviaron a muy diferentes destinatarios.
En esta ocasión nos atrevimos a darle vida, nombre y apellidos a un sombrero y a un tubo(de pintura, dentífrico...)


Todavía tuvimos tiempo para conocer a dos de los dioses más importantes del Olimpo: Poseidón/Neptuno y Hades/Plutón.
Mediante la  presentación recreamos el mito de Démeter/Ceres y de su hija Perséfone/Proserpina, que tiene que ver con el cambio de las estaciones.


Proserpina.     
Rossetti 1872.




4 comentarios:

  1. Un regalo para el espíritu nunca viene mal, por eso os regalo unos versos de Angel Gonzalez:

    CUMPLEAÑOS

    Yo lo noto: cómo me voy volviendo
    menos cierto, confuso,
    disolviéndome en aire
    cotidiano, burdo
    jirón de mí, deshilachado
    y roto por los puños.

    Yo comprendo: he vivido
    un año más, y eso es muy duro.
    ¡Mover el corazón todos los días
    casi cien veces por minuto!

    Para vivir un año es necesario
    morirse muchas veces mucho.


    Ángel González

    ME BASTA ASÍ

    Si yo fuese Dios
    y tuviese el secreto,
    haría un ser exacto a ti;
    lo probaría
    (a la manera de los panaderos
    cuando prueban el pan, es decir:
    con la boca),
    y si ese sabor fuese
    igual al tuyo, o sea
    tu mismo olor, y tu manera
    de sonreír,
    y de guardar silencio,
    y de estrechar mi mano estrictamente,
    y de besarnos sin hacernos daño
    —de esto sí estoy seguro: pongo
    tanta atención cuando te beso—;
    entonces,

    si yo fuese Dios,
    podría repetirte y repetirte,
    siempre la misma y siempre diferente,
    sin cansarme jamás del juego idéntico,
    sin desdeñar tampoco la que fuiste
    por la que ibas a ser dentro de nada;
    ya no sé si me explico, pero quiero
    aclarar que si yo fuese
    Dios, haría
    lo posible por ser Ángel González
    para quererte tal como te quiero,
    para aguardar con calma
    a que te crees tú misma cada día
    a que sorprendas todas las mañanas
    la luz recién nacida con tu propia
    luz, y corras
    la cortina impalpable que separa
    el sueño de la vida,
    resucitándome con tu palabra,
    Lázaro alegre,
    yo,
    mojado todavía
    de sombras y pereza,
    sorprendido y absorto
    en la contemplación de todo aquello
    que, en unión de mí mismo,
    recuperas y salvas, mueves, dejas
    abandonado cuando —luego— callas...
    (Escucho tu silencio.
    Oigo
    constelaciones: existes.
    Creo en ti.
    Eres.
    Me basta).


    Ángel González

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  2. Hola de nuevo, estoy comenzando a leer :
    "El guardián entre el centeno" de Salinger, me está gustando mucho, si lo conoceis me gustaría conocer vuestra opinión.

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  3. Son bonitas, pero prefiero las tuyas, una porque son más modernas, dos porque te conozco y tres porque sientes el doble. Por lo menos a mí me llegan más. ¡Andele muchacha escriba de lo suyo no más!!!!. Un largo y cálido abrazo. Mariblanki

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  4. Suscribo totalmente las palabras de MariBlanki, dale Marisa, colgá las tuyas que son más lindas. Un abrazo
    Marita

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